Tras la prohibición de salir de casa (salvo para lo imprescindible) y la paralización de la actividad económica por la crisis sanitaria del coronavirus, las videoconferencias y otras herramientas digitales han suplido en muchos casos los viajes de negocios y las visitas corporativas. Sin embargo, la posibilidad de convertir a un prospecto en cliente se duplica si la presentación se hace cara a cara. En un entorno donde la confianza es importante, poder poner cara a la persona con la que se va a trabajar en el futuro es vital para cerrar acuerdos.
Es por eso por lo que muchas empresas han comenzado a reactivar sus viajes de negocio de manera paulatina y para esto es necesario tomar nuevas medidas y hacer nuevas políticas de viaje ante el COVID-19 y la nueva normalidad para evitar arriesgar a sus colaboradores.